El nuevo libro de Bianca Bosker "Get the Picture" es una divertida aventura que cambiará tu forma de ver el arte para siempre.
ArtePunta
Marcelo Rozemblum
Como todos los mejores periodistas, Bianca Bosker tiene talento para meter las narices donde no necesariamente es necesario. En el libro más vendido de 2017, "Cork Dork", Bosker se infiltró en el mundo de los somilleres de élite para intentar descubrir qué hace que el buen vino sea tan importante. Ahora ha decidido aplicar una mirada igualmente exigente al mundo del arte estadounidense en “Get the Picture”.
Bosker quedó absorbida por la idea de desarrollar un ojo para el arte en todas sus formas, una forma de ver que le ayudaría a apreciar la vida cotidiana bajo una nueva luz y a comprender por qué los seres humanos han llenado sus vidas de arte prácticamente desde el inicio de los tiempos. Como periodista decidida a abrir el telón de un universo tan cerrado, Bosker incluso trabajó durante un tiempo como pasante en una galería de arte de Nueva York y como guardia de seguridad en el Museo Guggenheim.
En Get the Picture, Bosker se sumerge profundamente en el mundo del arte y en las personas que viven para él: galeristas, coleccionistas, curadores y, por supuesto, los propios artistas, de esos que tienen múltiples trabajos y dejan que sus pinturas duerman profundamente en el estudio mientras se despiertan cubiertos de orina de gato en el sofá de un amigo. Mientras estira lienzos hasta que se le ampollan los dedos, se abre camino en fiestas de primer nivel llenas de coleccionistas multimillonarios, un artista de performance casi desnudo se sienta en su rostro y se obliga a mirar una sola escultura durante una hora seguida mientras trabaja como guardia de seguridad del museo. Así, descubre no sólo el funcionamiento interno de la máquina de canonización del arte, sino también una forma de vida más amplia.
Abarcando todo, desde la teoría del color hasta la biología evolutiva, y desde antiguas pinturas rupestres hasta Instagram, mientras intenta discernir el papel del arte en nuestra cultura, nuestra economía y nuestros corazones, Get the Picture es una divertida aventura que cambiará tu forma de ver para siempre.
https://www.npr.org/2024/02/07/1227564378/get-the-picture-bianca-bosker-art
Cuando Bianca Bosker le dijo a la gente del mundo del arte que escribiría un relato sobre su confuso y exclusivo ecosistema, "mala idea", respondieron.
"No salieron directamente a amenazar mi seguridad ni nada parecido", escribe en Get the Picture. "Mi reputación, bienestar y medio de vida como periodista; eso, sin embargo, era otra historia". A juzgar por las críticas recientes del libro, no debe preocuparse demasiado.
La motivación de Bosker para escribir el libro fue en parte frustración. "No sabía cómo tener una experiencia significativa del arte y eso me molestaba", me dice, "pero también creo que los fanáticos del arte que conocí, no es sólo que ven el arte de manera diferente. se comportan como si hubieran accedido a esta trampilla en sus cerebros y eso lo envidiaba"
Durante los últimos 100 años aproximadamente, nos han dicho que lo que realmente importa acerca de una obra de arte es la idea detrás de ella". Bosker dice que "los conocedores del arte" estaban muy interesados en "dónde fue a la escuela un artista, quién es el propietario de su obra , qué galería la había mostrado, con quién se acostó" y se sorprendió por "el poco tiempo que dedicaron a discutir la obra en sí".
COMPRAR AQUÍ EN AMAZON:
Alemania celebra el 250 aniversario del pintor romántico germano por excelencia con una ambiciosa retrospectiva en Hamburgo que reúne sus grandes obras maestra
Anselm Kiefer encanta a Florencia con sus “Ángeles caídos”, un recorrido por obras históricas y nuevas producciones
Yu Hong "Another one bites the dust" Presentado por la Iniciativa de Arte Asiático del Museo Guggenheim, Nueva York Chiesetta della Misericordia Cannaregio
El artista vuelve a sorprender al mundo con una nueva obra. ¿un manifiesto contra el cambio climático? ¿Un guiño al día de San Patricio? ¿Una crítica a la pintura del Chicago River? ¿Una apoyo a la ola de ataques de activistas climáticos contra obras emblemáticas?
